EDUCA A TU MEJOR AMIGO
¿Qué beneficios tiene el adiestramiento?. Esta es la pregunta que muchos dueños de perros nos hemos hecho alguna vez y la respuesta es bien sencilla: el adiestramiento nos permite tener una convivencia más cómoda y fácil con nuestro perro, tanto a nosotros como a la gente que nos rodea, nos permite disfrutar de él y facilita su integración en nuestra vida cotidiana.
Puede que hayas decidido iniciar el proceso de adiestramiento porque crees que debes resolver algún problema de comportamiento, o quizás simplemente desees conseguir un compañero más educado y manejable, en cualquiera de los casos, enhorabuena, acabas de iniciar un proceso que cambiará la forma en que te relacionas con tu perro. Durante el proceso de adiestramiento aprenderás a comunicarte mejor con tu compañero. El proceso ha de ir necesariamente en dos direcciones: él debe aprender una serie de órdenes básicas, pero tú has de aprender mucho más; tendrás que aprender a hacerte entender, a comprender mejor su naturaleza, los procesos de aprendizaje y comunicación caninos y a entender y respetar sus necesidades específicas. Es un proceso largo que irá más allá del tiempo que duren las sesiones de adiestramiento por eso poco a poco te irás dando cuenta de que esa pregunta que hacemos todos al iniciar las clases “¿cuánto va a durar el adiestramiento?” tiene una sola respuesta: toda la vida del perro.
El adiestramiento, en sentido estricto consiste en enseñar una serie de ‘destrezas’ a nuestro perro, esto es en la práctica, a responder a unas órdenes ofreciendo un comportamiento determinado. Este concepto se contrapone al deeducación, que definiríamos como conseguir unas determinadas pautas de comportamiento en el perro sin la intervención de una orden previa por parte del dueño. El adiestramiento no cambia el carácter del perro, no lo vuelve ‘bueno’. Tu perro será el mismo de siempre, tan sólo responderá a tus órdenes actuando como le has enseñado.
Cuando tenemos un problema muy concreto que deseamos resolver, por ejemplo que el perro no tire de la correa o que venga cuando le llamamos, el adiestramiento es la respuesta; pero en muchas ocasiones el problema es más general, y el dueño lo suele expresar simplemente como “no me hace caso”, si este es tu caso seguro que ahora estás pensando que entonces el adiestramiento no es realmente lo que necesitas. Tranquilo, el adiestramiento en sí no es un fin, sino una herramienta para conseguir objetivos a largo plazo que van mucho más allá de las órdenes que le enseñamos al perro.
Con trabajo y constancia crearás hábitos en tu perro que convertirán el adiestramiento en educación.